lunes, 17 de junio de 2013

Historia del Jazz Afrocubano



Terminada la esclavitud en Cuba, en 1886, muchos negros se trasladaron a Nueva Orleans. Esto produjo una transculturación, un intercambio, que en lo musical, implicó instrumentos musicales y géneros. Muchas bandas de Nueva Orleans iban a La Habana a tocar marchas en el día y en las noches se iban a los bares a tocar libremente, donde compartían con músicos cubanos. Viceversa, los músicos cubanos que visitaban Nueva Orleans iban a bares en las noches a tocar rumba guaguancó y se empezó a forjar una interrelación de influencia y retroalimentación.

Desde principios del siglo XX los elementos latinos fueron tomados por compositores para algunas canciones y, además, se adaptaron temas latinos al jazz, como algunos tangos y rumbas. Sin embargo, el nacimiento del latin jazz lo marcaría un hombre: Mario Bauzá. El punto de partida es el Jazz Afrocubano.

Antes de Bauzá, personajes como Juan Tizol, un portorriqueño que formaba parte de la banda de Duke Ellington como trombonista y compositor del standard "Caravan"; Alberto Socarras, flautista cubano; Augusto Coen, trompetista de la banda de Duke Ellington, padre de Ray Coen, figura del latin jazz; y Alberto Iznaga, violinista cubano hicieron pequeños pero significativos aportes al nacimiento del latin jazz.

En 1941, Bauzá comenzó a dirigir la orquesta de Machito y sus Afro-Cubans. Un día, en una pausa durante una presentación, el pianista empezó a improvisar un ostinato y sobre eso algunos de los músicos empezaron a improvisar. Bauzá escuchó esto y en el siguiente ensayo pidió al pianista que vuelva a tocar el ostinato y empezó a armar sobre ello al resto de instrumentos, a modo de experimento. De esta forma surgió "Tanga", que, por accidente, originó el Jazz Afrocubano. A partir de este punto, Bauzá decide impulsar la fusión que logró con "Tanga", incorporando músicos norteamericanos. Poco a poco comprendería que no bastaba poner un percusionista en un ensamble de jazz, así que empezó a trabajar con las incorporaciones rítmicas y, por ejemplo, introdujo bajistas que dominaban tanto el jazz como la música latina. Se llegó al formato clásico de big band, pero la batería se reemplazó por timbales, congas, bongós, campana y maracas. El "shuffle" fue siendo reemplazado por la síncopa latina

Bauzá presentó a Chano Pozo a Dizzy Gillespie. Ambos hicieron una presentación y una producción discográfica juntos que tuvo gran éxito: el concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. Así nace el Cubop y otro himno del Jazz afrocubano: Manteca. Esta explosión atraería a otros músicos a hacer los mismo y es aquí que James Moody, Tito Puente, Chico O'Farrill y Stan Kenton continuaron trabajando el ritmo y la estructura de la música afrocubana ejempkificada por Machito. Las instrumentaciones de la música latina se empezaron a acercar a las del jazz, incorporando el saxofón con nuevas sonoridades.

Hacia los 60's, dos factores marcaron un declive en el jazz afrocubano:por un lado el rock tomó mucha fuerza y, por otro, la revolución cubana detuvo el intercambio cubano-norteamericano. Es en el 72 que el jazz afrocubano logra un nuevo impulso gracias a la banda Irakere. Esta banda nace como una división de la Orquesta Cubana de Música Moderna, que se aburrieron de tocar siempre lo mismo y tan comercial, que decidieron optar por algo más experimental. De aquí saldrían músicos como Paquito D'Rivera, Arturo Sandoval y José Luis Cortez.

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